miércoles, 28 de octubre de 2009

- No me interesa saludarte, ni contarte nada sobre mi vida. Ni tus güiños cómplices ni tus palmadas sobre mi espalda pueden hacerme sentir que la vida continua.
- ¿Qué vas a ser cuando seas grande?
- Voy a ser tu asesino, el asesino de tu herencia.
Cúrame antes que comience el invierno.
Mucho para darte no tengo, tengo una vida que está deshecha y rota sobre la mesa, entre botellas y rotas promesas.
Hazme sentir que las cosas tienen sentido, que no todo esta tan perdido, que hay un mañana, que ya no me hacen falta esas pastillas para encenderme, para brillar.
Y ya no pensaré en morir nunca más.
Y ya no pensaré en morir nunca más.
Si estás conmigo quiero estar vivo.
Créeme, juro que conozco el infierno y el sabor del arma en la boca, ya no es un juego.
En realidad mi pasado es todo un desastre si quieres cambiarlo no me negaré.